Hablar en público es todo un reto para muchas personas. Aprender a hacerlo y superar la ansiedad que provoca esta situación es algo que puede conseguirse fácilmente con las técnicas adecuadas.
"Todo el mundo ha tenido que hablar en público en alguna ocasión. A veces la audiencia es pequeña, pero otras no, y esto se convierte en fuente de estrés para aquellas personas que no están acostumbradas a hacerlo. Para llegar a ser un buen orador sólo hay que formarse adecuadamente, desarrollar el plan correcto de acción y ensayar con antelación lo que va a decirse en público”, afirma la instructora Elia Méndez
El miedo a hablar en público puede aparecer ante situaciones muy diferentes, como por ejemplo, dar una charla o impartir una conferencia, realizar preguntas a un conferenciante o a un profesor, expresar una opinión en un debate o en un coloquio, narrar un hecho que le ha ocurrido a uno personalmente, exponer alguna duda, mostrar desacuerdo, realizar un cumplido o valorar positiva o negativamente algo que te ha gustado o disgustado, etc.
Algunas personas aumentan su ansiedad al hablar porque perciben al auditorio como el enemigo. Sin embargo, el público puede considerarse como personas que están interesadas en un tema determinado, que necesitan del orador, de su experiencia, de su saber para aprender algo determinado.
Conviene recordar que el miedo es un sentimiento personal e interno, el auditorio no tiene por qué darse cuenta a no ser que nosotros se lo revelemos o estemos convencidos –y, por consiguiente, nerviosos y con ansiedad- de que se van a dar cuenta rápidamente de ese estado interno
EL ARTE DE COMUNICAR: TRES BLOQUES FUNDAMENTALES
Una formación completa en el arte de hablar en público debe incluir enseñar a estructurar el contenido de la presentación, a crear el ambiente adecuado y a manejar las emociones y favorecer la seguridad en uno mismo. Para ello hay que dominar los tres bloques fundamentales de una buena comunicación:
- Bloque estructural: Presta especial atención a la estructura de la exposición, que se divide en: presentación o introducción, cuerpo de la información y colofón que destaque los puntos esenciales de lo expuesto.
- Bloque cosmético. Comprende todo lo relativo al auditorio, es decir, cómo preparar la sala, escoger el atuendo más adecuado para la ocasión, etc.
- Bloque emocional. Incluye la comunicación no verbal, el control de los miedos y las emociones, etc.
EL BUEN ORADOR: PAUTAS BÁSICAS
- Aportar a la audiencia algo de valor. Debemos conocer a nuestra audiencia y adecuar nuestro discurso a sus necesidades.
- Ser uno mismo. Un buen comunicador tiene que ser natural y dominar el tema del que está hablando. No debe imitar a nadie, sino que tiene que encontrar su propio estilo.
- Admitir las propias debilidades. La humildad nos hace más creíbles y respetables, nos ayuda a crear un buen clima y favorece la conexión con el público.
- Cuidar el aspecto físico. Una apariencia en exceso transgresora en un ambiente conservador aleja al orador de su audiencia.
- Prestar atención a la forma de hablar. La dicción tiene que ser clara. El volumen de la voz, la velocidad del discurso y el ritmo también son elementos a tener en cuenta.
- Añadir humor. Si el discurso va aderezado con unas gotas de humor resultará más ameno.
- No pretender controlar el comportamiento de la audiencia. No debemos pretender controlar la situación, sino aprender a controlar el comportamiento y los pensamientos propios.
- Mirar a todo el mundo. Es un elemento esencial para contactar con la audiencia y saber cómo responde.
- Lenguaje corporal. Los brazos deben estar próximos al cuerpo y la espalda, recta.
Bibliografía
PUCHOL, L. (1997): Hablar en público. Nuevas técnicas y recursos para influir en la audiencia en cualquier
circunstancia. Madrid. Ediciones Díaz de Santos.
http://publicalpha.com/miedo-a-hablar-en-publico/
http://kronovida.com/revista/articulos/como-vencer-el-miedo-hablar-en-publico/
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