domingo, 24 de enero de 2010

La Lengua Escrita: errores frecuentes en el uso de hablantes de todos los niveles socioculturales y en los medios de comunicación

La mayoría escritos por gente sin estudios periodísticos, filológicos o relacionados—, me he encontrado en muchas ocasiones con gran cantidad de faltas ortográficas. Algunas de ellas evidentes, mientras que otras eran más comprensibles. Las primeras no las trataré, pues para eso no hay más que estudiarse las reglas básicas de acentuación.
Algunos de los errores más comunes en la lengua son:
• esto, eso, aquello. No es difícil encontrarse estos pronombres escritos con tilde, es decir, ésto, éso, aquéllo. La tilde es totalmente incorrecta, y la causa más frecuente es una falsa (aunque razonable) analogía con los pronombres éste, ése, aquél y sus correspondientes femeninos, que pueden llevar tilde diacrítica para diferenciarlos de sus funciones más propias de demostrativo (le di un caramelo a este niño; le di un caramelo a éste). Esto, eso y aquello nunca pueden llevar tilde, ya que nunca se pueden confundir con la función de demostrativo.
• ti. Por falsa analogía a mí, que lleva tilde para diferenciarlo del mi posesivo (mi casa [posesivo]; dámelo a mí [pronombre]), se suele caer en ultracorrección y acentuar el ti. Esta tilde es absolutamente incorrecta, pues no se puede confundir jamás con el posesivo de segunda persona (tu casa; te lo dieron a ti).
• porque, porqué, por que, por qué. Dejando a un lado el hecho de que casi nadie distingue entre cuándo van separados o juntos, explicaremos brevemente cuándo llevan tilde y cuándo no.
• porque. Todo junto y sin tilde es un nexo causal, es decir, se utiliza cuando damos la razón de algo; es el equivalente al because inglés (comí porque tenía hambre; I ate because I was hungry).
• porqué. Todo junto y con tilde es una palabra que se suele usar de forma totalmente incorrecta; es curioso, ya que mucha gente la emplea para darse un aire culto, pero caen en su propia trampa y quedan mal por emplearla erróneamente. Esta palabra es un sustantivo, y sólo se utiliza cuando es totalmente reemplazable por motivo o alguna palabra similar: dime el porqué de tu queja > dime el motivo de tu queja (correcto); yo sabía el porqué no vino > yo sabía el motivo no vino (incorrecto: en la comprobación vemos que falta algo, pues no suena bien).
• por que. Separado y sin tilde se utiliza simplemente cuando tenemos un verbo que rige la preposición por y una oración subordinada introducida por que: recé por tu alma > que tu alma se salve > recé por que tu alma se salvara.
• por qué. Separado y con tilde se utiliza como pregunta, ya sea directa (¿Por qué te fuiste?) o indirecta (No entiendo por qué te fuiste). No debe confundirse con el porqué, junto y con tilde, anterior.
• que, qué. Aunque los errores no son tan frecuentes como con los casos anteriores (y normalmente basta un libro de lengua española de E.S.O. o Bachillerato para evitar errores), querría aclarar un error muy frecuente. Según las explicaciones que dan muchos profesores, qué lleva tilde cuando va en una oración interrogativa o exclamativa. Esto, en un principio, es correcto (¿Qué decías?, ¡Qué locura!). Sin embargo, este truco de la abuela no siempre funciona, ya que pueden darse situaciones como las siguientes: ¡Que te calles! < ¡Te he dicho que te calles! (sería incorrecto ¡Qué te calles!) o ¿Que quieres más dinero? < ¿Me estás diciendo que quieres más dinero? (sería incorrecto ¿Qué quieres más dinero?). • Monosílabos¹. Aunque por norma los monosílabos no se acentúan, hay 8 palabras, y sólo estas 8, que sí. Por tanto, hay que tener cuidado y no acentuar palabras como di (Te di un regalo), des (No me des la brasa), das (Nunca me das nada), dio (Me dio las gracias), fue (Fue Pedro el que lo hizo; Pedro fue al campo), fe (Ten fe en mí), pie y su plural pies (Me duelen los pies), aunque los compuestos como puntapié o ciempiés —por ser polisílabas agudas acabadas en vocal o en -s— sí la llevan, etc., que nunca llevan tilde. 1. él, pronombre personal, frente a el, artículo. [Ejemplo: Él es el ganador.] 2. dé, del verbo dar, frente a de, preposición. [Ejemplos: Que nadie te dé gato por liebre; Es el hijo de Pedro.] 3. té, sustantivo, con el significado de “infusión”, frente a te, pronombre. [El plural también lleva tilde: tés.] 4. sé, del verbo ser [o saber], frente a se, pronombre. [Ejemplos: ¡Sé valiente!; Sé que es mentira; Se vende.] 5. tú, pronombre personal, frente a tu, pronombre posesivo. [Ejemplos: ¡Así que eras tú!; Tu perro está ladrando.] 6. sí, afirmación, frente a si, conjunción. [La nota musical si tampoco lleva tilde. Ejemplos: Sí, quiero; Te daría si tuviera.] 7. más, adverbio de cantidad, frente a mas [(equivalente a pero)], conjunción. [Ejemplos: Echa más carbón; Dos más dos son cuatro; Estudié, mas no aprobé.] 8. [mí, pronombre personal tónico, frente a mi, adjetivo posesivo. Ejemplos: Dámelo a mí; Mi carro me lo robaron.] • Adverbios con -mente. En español se pueden formar adverbios de modo a partir de adjetivos, añadiéndoles el sufijo -mente a la forma femenina (rico, rica > ricamente; absoluto, absoluta > absolutamente). Estos adverbios forman palabras que, realmente, tienen dos acentos tónicos (uno en el propio adjetivo y otro en la primera e del sufijo). Sin embargo, sólo se acentúan si el adjetivo original lleva tilde: fantástico > fantásticamente.
• Pronombres enclíticos. Los pronombres enclíticos son, en resumen, aquéllos que se escriben junto al verbo (dale un regalo). Cuando se juntan dos pronombres al verbo (de objeto directo y de objeto indirecto), se tiende a acentuar, incorrectamente, la palabra como aguda: dameló > lo correcto es dámelo (ya que es esdrújula).
• Palabras como examen o imagen. Seguramente porque las formas plurales son esdrújulas (exámenes, imágenes), y por tanto se acentúan siempre, se suele caer en el error de acentuar palabras que, en singular, son llanas y no llevan tilde según las normas básicas de acentuación: examen e imagen no llevan tilde, así de sencillo.
• solo y sólo. Aunque la RAE acepta el uso de solo sin tilde en su acepción de adverbio, algunos “clásicos” prefieren usarla. El problema es saber distinguir cuándo puede llevar tilde y cuándo no debe llevarla. Sólo puede escribirse con tilde cuando tiene función de adverbio (y por tanto es sustituible por solamente, sin tilde, ojo); ejemplo: sólo quiero un café > solamente quiero un café. Solo no lleva tilde cuando funciona como adjetivo; para comprobarlo, basta con cambiar el sustantivo al que se refiere por femenino (en cuyo caso solo pasa a sola) para ver que, efectivamente, funciona como adjetivo, y no como adverbio; ejemplos: quiero un café solo; el fotógrafo está solo ante el peligro > la fotógrafa está sola ante el peligro.
• aun y aún. La entrada del DRAE es bastante vaga al respecto y es conveniente aclararlo. El uso más común de aún es con tilde, es decir, cuando es intercambiable por todavía; ejemplo: aún está enfermo > todavía está enfermo. Aun, sin tilde, se emplea cuando es intercambiable por incluso/hasta o por ni siquiera; ejemplos: te daré 100 duros, y aun 200 si los necesitas > te daré 100 duros, y hasta 200 si los necesitas > te daré 100 duros, e incluso 200 si los necesitas; no tengo ni aun la mitad de lo que me pides > no tengo ni siquiera la mitad de lo que me pides. Por otra parte, en la expresión aun así, aun no lleva tilde, ya que es sustituible por incluso/hasta; ejemplo: me dijo que me odiaba y aun así le di un beso > me dijo que me odiaba e incluso así le di un beso > me dijo que me odiaba y hasta así le di un beso.
• Participios de la 3.ª conjugación en -uido. Por una incorrecta analogía con los participios de la 2.ª conjugación (atraer > atraído) y de la 3.ª en -eído (reír > reído), que sí llevan tilde para marcar el hiato que se forma, se suele acentuar los participios o cualquier otra palabra acabada en -uido, que, realmente, no lleva tilde, ya que la u se considera que actúa como semivocal/semiconsonante, por lo que es un monoptongo; ejemplos: destruir > destruido; imbuir > imbuido; se ve muy claro en un sustantivo como ruido.
Me gustaría seguir agrandando la lista con más errores frecuentes y que sea interesante explicar, así como agrandar la lista de ejemplos de monosílabos que no llevan tilde pero que se suelen acentuar erróneamente. Espero sugerencias en los comentarios de la entrada.
HUBO Y HUBIERON: Este es un error muy típico y que comete mucha gente. El verbo haber es un verbo unipersonal, lo cual significa que sólo se conjuga en tercera persona del singular y no como otros verbos. Cuando hablamos en presente, no cometemos ese error "Hay días buenos y malos", pero al poner la oración en pasado, surge el error: "Hubo días buenos y malos" sería la forma correcta, y no "Hubieron días buenos y malos". La forma hubieron existe sólo cuando el verbo haber ejerce como auxiliar de otro verbo y en pretérito anterior: hubieron terminado.
HABER / A VER: ¿Pero por qué no nos fijamos? A veces siento como si fuese la única que ha ido a la escuela de primaria. Son dos verbos diferentes, con significados diferentes... Estoy cansada de ver escrita la típica coletilla: A ver... con H, con B y todo junto. ¡Es del verbo VER! Haber tiene otros usos: Haber venido antes; parece haber ido a su pueblo...
MAYÚSCULAS: Las mayúsculas... esas grandes olvidadas en el lenguaje internáutico. Las omitimos muchas veces, pero existen, están ahí y también tienen sus normas. Y una de ellas es que si la palabra lleva tilde, sigue llevándola aunque la letra que la lleve esté en mayúscula. Ejemplos: Ángel, ADMINISTRACIÓN. Y al contrario de lo que se cree, no hay ninguna norma que diga lo contrario.
ACENTO Y TILDE: No olvidemos su significado: La tilde es la comita que ponemos en las palabras escritas y el acento es la fuerza de voz que hacemos en una sílaba de la palabra pronunciada. Aunque siempre coincidirá que donde se pone la tilde es la sílaba acentuada, no por estar acentuada tiene que llevar tilde. El error más común es hablar de la tilde y llamarla acento.
IMPRIMIDO E IMPRESO: En este caso no existe error. Ambas formas son correctas, aunque los avances en las nuevas tecnologías nos han inclinado más por la forma "impreso" y el "imprimido" queda más relegado a los antiguos sistemas de impresión. Yo tiendo a usar el imprimido y en algunas ocasiones algunos compañeros han tratado de sacarme de mi error; ahora intentaré yo sacarles del suyo. Para cualquier duda, consultar en www.rae.es y buscar en preguntas frecuentes.Otras dos formas admitidas de participios dobles son: FRITO/FREÍDO y PROVISTO/PROVEÍDO.
DEQUEÍSMOS: Éste es muy. El dequeísmo consiste en el uso injustificado de la preposición de antes de la conjunción que. Un ejemplo para verlo más claro: Tengo que pensar de que si luego no me sirve he de volver. ¡Incorrecto! Lo encontramos en frases que implican la acción de hablar y pensar y es muy típico en los hablantes bilingües del catalán. Lo escuchamos tantas veces en los medios de comunicación que en ocasiones dudamos si la frase es correcta o no.
También existe el QUEÍSMO o ANTIDEQUEÍSMO, que es el fenómeno contrario. Por evitar caer en el dequeísmo, quitamos la preposición de en frases donde sí es correcta. Un truco para saber qué forma es la correcta es preguntarnos: ¿de qué...?
Periodista, asesino del buen decir
Los periodistas también ayudan en la vida del idioma. Si por descuido algún médico mata al paciente, no por ello dejamos de consultarlos. Si algún periodista asesina el buen decir, suponemos también que la lengua madre resiste esos avatares, vence a la muerte y sobrevive con bastante lozanía. De esta evolución del idioma somos responsables todos los hablantes. Servirse del lenguaje es vivificarlo y modificarlo constantemente, aunque estos cambios puedan ser casi imperceptibles fuera de la dimensión temporal. Así como la fotografía de un avión en el aire es la imagen de un objeto quieto, de la misma manera el conocimiento del idioma paraliza esa realidad que es siempre una dinámica social: el lenguaje.
El dequeísmo y otros dequés
¿De qué me hablas? De que es posible usar correctamente la expresión "de que" y evitar los errores frecuentes cuando decimos erróneamente "pienso de que, confirmo de que, supongo de que, vamos a denunciar de que..."
"Con el conocimiento previo de que estaba robando el dinero a sus clientes, el banquero siguió haciéndolo con más ahínco". ¿De qué escribes? De que el banquero tenía conciencia de sus ladronadas y prosiguió en el mismo ejercicio con mayor dedicación. ¿De qué escribes? Te escribo sobre las ladronadas de algunos usureros.
La expresión "de que" aparece en los ejemplos anteriores en forma interrogativa (con un que con tilde) y también en forma átona cuando es la contestación a esa pregunta. Quizá esta distinción pueda ayudarnos a usar correctamente el "de que". Te molesta que yo hable (correcto). Te molesta de que yo hable (incorrecto). ¿Qué te molesta? Que yo hable. No podríamos decir: ¿De qué te molesta? De que yo hable. Si la subordinación se reemplaza por "esto" o "eso", obtendríamos el mismo resultado. Así: "El periodista afirmó que no vio nada". Reemplazando: el periodista afirmó esto (correcto): el periodista afirmó de esto (incorrecto). ¿Qué afirmó el periodista? Que no vio nada (correcto) De que no vio nada (incorrecto).
Reconocimiento de errores
El modo más sencillo para reconocer el error es preguntar al verbo principal (afirmó) y contestar esa pregunta. "El Presidente dijo de que el salario sería subido en doscientos dólares, y aclaró de que no habría más profesores en las cárceles, pues convenía de que los maestros, seres de tiza y pizarrón, no estuvieran lejos de sus discípulos". Tres errores. ¿Qué dijo el Presidente?, esto: que el salario sería subido. ¿Qué aclaró?, esto: que no habría profesores en las cárceles. ¿Qué convenía?, esto: que los maestros no estuvieran. Por tanto, los tres dequés están mal utilizados en el ejemplo.
"Préstame todo el interés de que seas capaz". Aunque este interés pueda llegar a la usura, la frase está bien escrita porque el "que" no es enunciativo como en los ejemplos anteriores, sino un pronombre relativo con preposición.
El verbo detentar
Aunque hasta ahora no ha habido ningún periodista preso por el uso de este verbo, creo que ha sido por ignorancia o desinterés de los abogados. Detentar es ejercer un poder ilegítimamente. Si decimos, como se ha visto escrito en algunos diarios, que el Presidente Noboa detenta el poder, aunque no sea esta la intención del periodista, estaremos indicando que ha obtenido el poder por la fuerza o por otra cualquiera travesura política. El poder legítimo no detenta el cargo, un dictador, sí. El poder ganado en las urnas nunca se detenta.

Bibliografía
CASSANY, Daniel. Describir el escribir. Barcelona: Paidós, 1993.
DÍAZ, Alvaro. Aproximación al texto escrito. Medellín: Editorial Universidad de
Antioquia, 1995
http://chasqui.comunica.org/rodriguez70.htm

Recomendaciones de libros gratuitos en PDF
Libro: Principios del habla en el aprendizaje de la lengua escrita
http://elies.rediris.es/Language_Design/LD4/mollica-cristovao.pdf

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